Una reciente investigación sobre la intención de compra de propiedades residenciales en Chile, en la que participaron más de tres mil encuestados de todo el país, ha arrojado resultados sorprendentes.
De acuerdo con los datos de Trend Group America, la seguridad y la tranquilidad del entorno vecinal se han convertido en la variable principal que determina la elección de una vivienda.
Trend Group America (TGA), una proptech especializada en el conocimiento del consumidor inmobiliario, realizó recientemente un estudio sobre la intención de compra de propiedades residenciales en Chile. La encuesta fue aplicada a más de tres mil personas a lo largo del país, y reveló que la seguridad se ha convertido en el factor más influyente a la hora de decidir adquirir bienes raíces, superando incluso a la ubicación, que tradicionalmente había ocupado este lugar destacado.
De acuerdo con los datos de TGA, la seguridad y la tranquilidad del entorno vecinal, es decir, vivir en un barrio seguro, es la variable principal que determina la elección de una vivienda con un 14.3% de preferencia entre los encuestados. Esto refleja una creciente preocupación de los compradores por su seguridad y la de sus familias, tal como señala el informe.
Es necesario aclarar que existe una diferencia entre ubicación y seguridad. Mientras la ubicación se refiere a la geolocalización de un inmueble en una comuna o región, la seguridad y la tranquilidad se relacionan con factores del entorno, como la infraestructura urbana, los niveles de delincuencia, la iluminación y las políticas urbanas.
En segunda posición, el precio ocupa un sólido 14.1% como factor decisivo, seguido de cerca por la ubicación o comuna, con un 13.5%. Ñuñoa y Santiago destacan como lugares preferidos en este aspecto, seguidos de Providencia, La Florida y Viña del Mar.
En cuarto lugar (con un 7%) se encuentra el acceso al transporte público, un aspecto que es relevante especialmente para aquellos compradores que buscan financiar la compra de una propiedad a través de subsidios. A éste factor le sigue la preferencia por la cantidad de metros cuadrados construidos (con un 6.4%), empatando con la cercanía a servicios y comercios, entre otras variables mencionadas en el estudio.
El estudio también exploró cuáles factores podrían afectar una decisión de compra ya tomada, entre los que destaca que el cambio en las condiciones de crédito hipotecario (22%), la incertidumbre en la economía nacional (18%) y la falta de subsidios o información sobre los mismos (14%).
En cuanto a los incentivos que más interesan a los compradores está la reducción en la tasa del crédito hipotecario lidera con un sólido 25%, seguido por un descuento en el valor de la vivienda del 10% al 15% (20%) y la opción de pagar el pie en 48 a 60 cuotas (15%). Estos beneficios podrían motivar una reducción en el plazo de compra, especialmente para aquellos compradores con expectativas de adquisición que superan los 12 y 24 meses.
Diferentes intenciones en los rangos etarios
Un análisis más detallado de los datos reveló que los millennials, con edades comprendidas entre los 27 y 41 años, representan aproximadamente el 50% de la demanda total de viviendas en Chile. Esto subraya la necesidad de que las empresas inmobiliarias se adapten a las cambiantes preferencias de este grupo.
A pesar de la importancia de los millennials, el estudio también destacó el papel significativo que juega la generación X (42-58 años) en el mercado inmobiliario, con un 30.7% de la demanda total. Este grupo, en su mayoría compuesto por parejas casadas con hijos, quienes buscan viviendas familiares adecuadas.
Por su lado, los baby boomers se están retirando del mercado, mientras que la generación centennial (1996-2009) ya representa el 12.4% de los buscadores de viviendas, lo que merece una atención especial. Además, este grupo demográfico es conocido por su capacidad de ahorro y disposición para adquirir créditos hipotecarios, ya que casi uno de cada tres centennials vive con sus padres.
El estudio se basó en una encuesta de 21 preguntas realizada a través de correo electrónico y se dirigió a personas con interés de compra que habían cotizado o buscado viviendas en distintos proyectos del país.