Descubre mucho más sobre uno de los principales focos de peligro al momento de comprar un terreno.
La compra de un terreno es una de las adquisiciones que más beneficios pueden otorgar a una persona o grupo familiar durante el tiempo. Ya sea con un fin comercial o habitacional, muchas personas se embarcan en la compra de un terreno propio con el fin de materializar sus metas. Sin embargo, si la adquisición no se realiza de manera informada puede significar contraer activos que no están regularizados, y lo que antes era la consolidación de un sueño puede fácilmente convertirse en pesadilla.
Es el caso de Mónica que compró a un buen precio un sitio de 200 metros cuadrados en una comunidad privada que, según lo que dijeron, pronto tendría urbanización completa. Pasados 10 años pudo comenzar a construir. Aunque todo iba bien, al momento de solicitar los servicios básicos empezaron las dificultades. Los propietarios desembolsaron grandes cantidades de dinero sin ningún resultado. Si bien Mónica tuvo agua potable, el resto de los servicios no los pudo conseguir.
Un poco más al sur, María Angélica Montenegro compró un terreno camino a Curarrehue por sólo $1 millón de pesos con la promesa de urbanización. Después de la compra, el dueño no apareció y los servicios básicos no se hicieron realidad.
Estos casos tienen algo en común: los dos fueron víctimas de una estafa, conocida comúnmente como la compra de “loteos brujos”.
¿Qué son los loteos brujos?
Se trata de subdivisiones de terreno que no poseen los permisos correspondientes por el organismo municipal. Tampoco existe una delimitación de calles, acceso a espacios públicos o a servicios como agua potable, electricidad, alcantarillado, entre otros.
El engaño se hace efectivo cuando se ponen a disposición terrenos que se encuentran en lugares rurales, sin el cumplimiento de la norma urbana que regula dichas zonas. Esta legislación está claramente establecida en la Ley General de Urbanismo y Construcciones, específicamente en el Decreto Ley N° 3.516, que determina la normativa acerca de la subdivisión predial urbana y rústica en conformidad con los planos reguladores comunales.
Mecanismos de la estafa
Uno de los recursos de los estafadores es la ingenuidad de la gente y el complicado proceso judicial en el caso de denunciar a los criminales. Otra de las herramientas que sirve como enganche es el precio que ofrecen por los predios, que en algunos casos están un 50% más baratos que los que se transan bajo la conformidad de la ley.
Generalmente, los estafadores operan de dos formas. Se hacen pasar falsamente por dueños de un sitio o adquieren un terreno, lo lotean ellos mismos y una vez que concretan su transacción, desaparecen sin cumplir con la promesa de urbanización que realizaron.
En la primera metodología, para darle mayor credibilidad, se consiguen la certificación del Ministerio de Bienes Raíces que acredita la pertenencia del sitio, por medio de la presentación de papeles falsos, como el supuesto poder del verdadero dueño, por ejemplo.
¿Cuándo surge el problema? Cuando aparece el verdadero propietario y la transacción es declarada ilegal por las autoridades pertinentes. Según explican los abogados, el resultado es que los compradores pierden todo lo invertido.
Otro de los casos comunes es la reventa de sitios. Bernardo, comerciante, cuenta lo siguiente: “decidí arriesgarme e irme a Colombia a trabajar. Para viajar con más dinero vendí tres veces mi casa, y el primero que la inscribió se quedó con ella. Los otros dos compradores me demandaron cuando se dieron cuenta, pero ya era demasiado tarde. Hace rato que me había ido del país”.
Sus negocios no fructificaron en Medellín y tuvo que volver a Chile. Como era de esperar cuando pisó Arica fue detenido, pero sólo estuvo tres meses en prisión y de ahí pudo continuar con su vida.
La prevención, ante todo
Al igual que Bernardo, son varios los estafadores que no sufren un castigo de acuerdo con el daño ocasionado y los lleva a cometer el delito ya que el riesgo es poco o casi nulo.
Los “loteos brujos” operan de forma similar: el castigo es poco por comprar terrenos y luego subdividirlos en varios sitios sin los trámites que corresponden por ley para esta práctica.
Es por eso, que los posibles compradores de terrenos deben consultar con los organismos competentes acerca de la legalidad del activo que pretenden comprar, es decir, acercarse a el Conservador de Bienes Raíces, municipalidades y las demás autoridades respectivas.
Recomendaciones antes de comprar
Caer en la tentación de comprar un sitio por poco precio es fácil. Por lo que se deben realizar ciertas acciones antes para concretar una venta segura y garantizada:
Asesorarse con abogados, personeros del Ministerio de Vivienda, la Corporación de Asistencia Judicial y las municipalidades para asegurar que se está comprando un terreno que cumple con las disposiciones legislativas.
Tomar todas las preocupaciones necesarias antes de la adquisición de un sitio, ya que una vez consumada la compra/venta, el camino judicial es engorroso y es la única manera de solucionar el problema.
La legislación vigente permite que las personas que han ocupado una propiedad durante cinco años o más puedan adquirir el dominio sin pagarlo, lo que se conoce como Prescripción adquisitiva de dominio.
Esta figura puede generar abusos como la obtención de títulos no correspondidos. Por lo tanto, al momento de realizar la venta el interesado en vender debe demostrar al Ministerio de Bienes Nacionales que el sitio lo ha ocupado más de cinco años, que no lo arrienda, que no se trata de un loteo irregular y que no es un bien fiscal.
De esta forma, se pueden adquirir sitios regulares y que cumplen con las leyes vigentes para así comenzar a construir el sueño de la casa propia o utilizarlo para generar rentabilidad por concepto de renta.
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