En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales, el urbanismo sostenible ha emergido como una tendencia clave en el desarrollo de las ciudades.
El Urbanismo Sostenible busca crear entornos habitables, eficientes y respetuosos con el medio ambiente. A medida que la población urbana crece y los recursos naturales escasean, el enfoque en la sostenibilidad se ha convertido en una necesidad imperante a considerar en el diseño de las ciudades.
En la actualidad, las ciudades representan solo un 3% del territorio global. Sin embargo, son responsables de alrededor del 70% de las emisiones de carbono mundiales y de más del 60% del uso de recursos y, según indica la ONU, más de la mitad de la población mundial vive en ellas, cifra que para 2030 llegaría al 60%. En Chile, el panorama es similar: de acuerdo con datos del INE, para 2035 el 89,1% de la población del país será urbana.
La Asamblea ONU-Hábitat, que se reúne cada cuatro años y es el máximo organismo mundial de toma de decisiones sobre urbanización sostenible y asentamientos humanos, calcula que 3.000 millones de personas, alrededor del 40 por ciento de la población mundial, necesitará acceso a una vivienda adecuada hacia 2030.
Esta proyección se traduce en “una demanda para 96.000 viviendas asequibles y accesible cada día”, según las estimaciones de ONU-Hábitat, que también apuntan a que unos 100 millones de personas “están sin hogar” actualmente, explica el subdirector ejecutivo de ONU-Hábitat, Michal Mlynar.
Un enfoque sostenible para abordar el futuro
Esta filosofía de diseño urbano se basa en principios fundamentales para lograr un equilibrio entre el crecimiento de la población, la calidad de vida y la protección del entorno. Estos principios incluyen la creación de espacios verdes, la promoción de la movilidad sostenible, la eficiencia energética y el uso responsable de los recursos naturales. Al implementar estas prácticas en la planificación y construcción de proyectos inmobiliarios, se busca mejorar la calidad de vida de los residentes y minimizar el impacto ambiental.
Una de las características distintivas del urbanismo sostenible es la incorporación de áreas verdes en el tejido urbano. Estos espacios no solo mejoran la estética de la ciudad, sino que también proporcionan beneficios ambientales y sociales. Los parques, jardines y áreas de recreación no solo ofrecen un entorno agradable para los residentes, sino que también ayudan a mitigar el efecto de isla de calor urbana, reducen la contaminación y promueven la biodiversidad.
La movilidad sostenible es otro aspecto clave del urbanismo sostenible. Las ciudades están promoviendo el uso de transportes no motorizados, como caminar y andar en bicicleta, y mejorando la infraestructura para facilitar su implementación. Además, se está fomentando el uso de transporte público eficiente y el desarrollo de sistemas de transporte compartido. Estas medidas reducen la dependencia de los automóviles, disminuyen la congestión vial y disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero.
La eficiencia energética es otro pilar central del urbanismo sostenible. Las construcciones sostenibles utilizan materiales y técnicas que reducen el consumo de energía y promueven la generación de energía renovable. Los edificios verdes, equipados con sistemas de iluminación eficiente, aislamiento térmico adecuado y sistemas de gestión energética, permiten un menor consumo de energía y una reducción de las emisiones de carbono.
Impacto en el rubro inmobiliario
El urbanismo sostenible está transformando la forma en que se desarrollan los proyectos inmobiliarios. Los compradores y los inversionistas están cada vez más interesados en adquirir propiedades que cumplan con estándares sostenibles, lo que impulsa la demanda de construcciones eficientes desde el punto de vista energético.
Además, las construcciones sostenibles suelen tener un menor impacto en el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida, lo que puede traducirse en ahorros económicos significativos para los propietarios y usuarios. Los edificios eficientes en energía, por ejemplo, pueden reducir los costos de consumo y mantenimiento a largo plazo. Esto hace que las propiedades sostenibles sean una opción atractiva tanto desde el punto de vista ambiental como económico.
El urbanismo sostenible se ha convertido en una tendencia vital en el desarrollo de las ciudades modernas. La necesidad de construir entornos habitables, eficientes y respetuosos con el medio ambiente ha llevado a un cambio en el enfoque del rubro inmobiliario. A medida que avanzamos hacia el futuro, es fundamental que sigamos promoviendo el urbanismo sostenible como una forma de construir ciudades más resilientes y equitativas para todas las personas.